La Ley de la Segunda Oportunidad es una iniciativa de la Unión Europea que se aprobó en nuestro país en julio de 2015 con la finalidad de ofrecer a las personas, familias y autónomos una herramienta legal para poder cancelar sus deudas en caso de sufrir una mala situación económica, equiparando de esta forma sus derechos respecto a los de las empresas, donde si existía ya el derecho a cancelar las deudas a través del Concurso de Acreedores.
Si bien inicialmente la ley fue muy poco utilizada (apenas 50 personas pudieron beneficiarse de ella en el primer año) fue objeto de una modificación a finales del año 2022, simplificando el procedimiento al eliminar el acuerdo extrajudicial previo, incluyendo la exoneración de deuda pública y ofreciendo una mayor protección a la vivienda habitual o al negocio, lo que ha permitido a un mayor número de personas acceder a este derecho (unas 25.000 personas en 2023) si bien aún estamos muy lejos de países como Francia (140.000 expedientes anuales) o Alemania (175.000 expedientes anuales)
A la hora de acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad podrás elegir entre la exoneración de deudas con liquidación de tus activos o con un plan de pagos sin liquidación de los bienes, en base a tu situación personal, patrimonial y nivel de endeudamiento. En caso de que no tengas patrimonio susceptible de liquidar tus deudas serán igualmente exoneradas.